Ana María Siverio Gómez

María Teresa Burke Beltrán

Margarita Pérez Morán

Irene Rivera Ferreiro

Maria Elena Grenier Díaz

Miriam Valdés Cabot

Addienis Albite Campo

Durante este periodo, que se extiende del tercer al cuarto año del pequeño, los adultos deben comprenderlo, responder a sus llamados y ser pacientes, pues él cree que es capaz de replicar todo lo que hacen sus mayores, aunque aún no tenga capacidad para ello. Si recibe ayuda y comprensión de parte de sus seres queridos, se sentirá más seguro y cada día será más independiente y feliz. Por estas fechas, comienza a aprender sobre lo que es bueno y lo que es malo, sobre lo que se puede y no se puede hacer; pide las cosas, ofrece gracias y ya es capaz de utilizar varios utensilios al comer. Puede lavarse las manos, cepillarse los dientes e ir al baño sin ayuda. Si desea conocer estas y otras particularidades, sobre los cambios y progresos que experimentan los niños en la etapa abordada, es indispensable que consulte el volumen siete de la colección que ponemos a su disposición. En él también podrá encontrar una serie de indicaciones pormenorizadas sobre el cuidado que deben recibir los pequeños.

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