Escucha y lee

Descubre un mundo infinito de historias

  • Lee y escucha todo lo que quieras
  • Más de 500 000 títulos
  • Títulos exclusivos + Storytel Originals
  • 14 días de prueba gratis, luego $24,900 COP/al mes
  • Cancela cuando quieras
Descarga la app
CO -Device Banner Block 894x1036

Rubén Darío

Series

414 of 373

Idioma
Español
Format
Categoría

Biografía

Algunas de las anécdotas que Rubén Darío contó sobre sus expediciones parisinas y romanas (ver la Autobiografía de Rubén Darío) pueden ser vistas ahora bajo otra luz, a través de esta biografía de Rubén Darío escrita por José María Vargas Vila. Publicada en 1917, apenas un año después de la muerte de Darío, este volumen contiene un intenso relato acerca de la amistad que los unió y observaciones sobre los méritos poéticos de Darío. Sorprende además su estilo que parece imitar la versificación de la poesía y que, sin embargo, no pierde su tensión narrativa. Vale como anécdota revelar que esta estrecha amistad no empezó de manera afortunada. Ocurrió que, de jóvenes tuvieron un desencuentro, cuando Vargas Vila atacó a Rubén Darío llamándolo «Poeta Cortesano», por haber aceptado el nombramiento del presidente de Colombia Rafael Núñez. Tal nombramiento indignó profundamente a Vargas Vila, quien llamó al escritor nicaragüense «el tirano poeta». A partir de entonces, ambos se convirtieron en enemigos acérrimos. Pero, pasado algunos años, la enemistad se dio por cancelada, de manera accidental, cuando corrió la falsa noticia de que Vargas Vila había muerto en un naufragio frente a las costas de Sicilia —otros decían que de Grecia—, y según el periódico La Nación de Buenos Aires, en un probable suicidio del colombiano junto a una misteriosa artista. El hecho fue que de este falso acontecimiento surgió una nota necrológica de Rubén Darío, aparecida poco después en el mismo diario La Nación, en donde despedía al «escritor revolucionario» y elogiaba su obra, además de que reclamaba para el escritor colombiano un «lugar preciso en el Panteón de los artistas». A cambio, Vargas Vila —que no había muerto—, decidió generosamente corresponder a los halagos, alabando el genio de Rubén Darío. Así comenzó a formarse una amistad entre ellos que se estrechó cuando se vieron años después en Roma. Esa amistad perduraría hasta el final de sus días.

© 2010 Linkgua (eBook ): 9788490076583

Fecha de lanzamiento

eBook : 31 de agosto de 2010

Otros también disfrutaron ...